sábado, 24 de enero de 2009

"Shine on you crazy diamond", un lujo.

"Shine on you crazy diamond" es uno de los temas estrella compuesto, allá por año 1974, por los entonces miembros de la banda británica Pink Floyd: David Gilmour, Richard Wright y Roger Waters. Surgió como tributo al miembro fundador y primer líder de la banda, Syd Barret, de ahí su título "Shine on You crazy Diamond". Syd Barret dejó la banda solamente dos años después de su formación. Demasida LSD acabó por incapacitarle, recluyéndose en casa de sus padres hasta su muerte en el año 2006.


Originalmente el tema constaba de nueve partes, lo que ocasionó no pocos problemas a la hora de grabarlo en aquellos discos de vinilo de la época (1975), incluso con las recién estrenadas 16 pistas que eran "lo más de lo más".

En el vídeo que presento, todo un lujo, David Gilmour domina su guitarra haciendo una introducción magistral (como siempre). Se puede ver también, en los teclados, al recién y tristemente fallecido Richard Wright. Dick Parry pasa del saxo tenor al saxo alto como quien cambia de sombrero. Juntos reinventan el "sonido floydiano" en esencia.

Los coros corren a cargo de dos jóvenes de 67 años que no sé yo si sabrán quienes son. Quienes no los reconozcan que no se preocupen, duerman tranquilamente. La solución, mañana.

Un amarre al alba es la imagen de hoy.


David Gilmour, Richard Wright y dos jóvenes de 67 años haciendo los coros,
"Shine on you crazy diamond"



2 comentarios:

SAFIRO dijo...

No se permite alguna lagrimita en este espacio?
bueno...lo digo en idioma tanguero,
¡se me piantó un lagrimón...!

Lo hiciste a sabiendas.

Esas "criaturas" son maravillosas!!
no tiene edad...ni nombres
Son duendes y hacen magia.

Una lágrima mía es muy costosa...merezco tener está música.

Un abrazo!

SAFIRO dijo...

Hoy tengo necesidad de ver cielos hermosos, y sé que aquí los encuentro...
La vi ampliada y con más detalle. De técnica no sé nada, pero ese reflejo en el agua, los colores, el cielo y la paz que se imagina en ese lugar,
hacen que sienta envidia de ese amarre medio oxidado, que tiene el privilegio de estar en el exacto lugar... donde me gustaría estar y contemplando ese breve momento.

Un abrazo!