domingo, 6 de febrero de 2011

Bokeh al son de Monalisa (Keith Jarrett)

El término bokeh (del japonés  ぼけ) significa desenfoque.
Cuando en una fotografía pretendemos que nada distraiga la atención sobre lo que, para nosotros tiene importancia, necesitamos desenfocar todo menos el motivo sobre el queremos llamar la atención del espectador.
Un buen bokeh no va ligado a la cantidad de desenfoque, sino a su calidad, a cómo es. Cuando conseguimos que la zona desenfocada lo constituyan una serie de manchas suaves de color, decimos que es un buen bokeh.
Las características que determinan que con un determinado objetivo se consiga un bokeh agradable a la vista, no están todavía del todo claras. Hay quienes apuntan al número de láminas del diafragma, pero esto en sí mismo no garantiza un buen bokeh. Lo que sí suele guardar relación directa con la calidad del bokeh que se consigue con un objetivo, es el precio de éste, para desgracia del aficionado.  
En general, los objetivos zoom tienden a producir un mal bokeh aunque no es siempre el caso. Para obtener un  bokeh agradable es especialmente importante que el  objetivo a utilizar sea muy luminoso y que la apertura con la que trabajemos sea la máxima posible, para de este modo reducir la profundidad de campo.
Nótese que en ningún momento he hablado de primeros planos y de fondos. No siempre tiene que ser el fondo el que aparezca desenfocado. En la fotografía del caballo es justamente al revés de lo que se ve habitualmente; las ramas de un árbol, situado en primer plano, es el lugar de la fotografía en donde se produce el desenfoque, el bokeh.
Keith Jarret interpreta "Monalisa" (Ray Evans y Jay Livingston)










2 comentarios:

mangeles dijo...

¡¡¡Hola¡¡¡¡Tengo tantas cosas que hacer que no doy a basto....

EL DESENFOQUE del caballo es un cuadro bellísimo...

La música maravillosa...

Los edificios en blanco y negro...elegantísimos...

Besos...sigo siempre por aquí.

Tawaki dijo...

Lo bueno casi nunca es barato...

Hay tantas variables en una buena foto. Muchas de ellas se nos escapan, pero nuestro cerebro es capaz de discriminar y unas imágenes terminan gustándonos más que otras.

Un abrazo.