Cuando una gran partitura, de entre las muchas bellísimas de GEnnio Morricone, cae en manos de dos monstruos de la interpretación (trompeta y violoncello), nada puede hacer que suene mal.
Yo-Yo Ma, para mi gusto el mejor chelista vivo, y Chris Botti, en cuyas manos la trompeta cobra sonidos que rayan lo mágico, interpretan el tema central de la banda sonora de la excelente película dirigida en el año 1988 por Giuseppe Tornatore: Cinema Paradiso.
1 comentario:
Me encanta la música, y me encantan tus fotos...son...la cúpula es grandiosa, y la barca deshecha por el uso y el tiempo, es....preciosa...
Beos
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